Page 7 - Lemniscata
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Vivir o morir
Ningún crimen tiene fundamentos razonables.
Tito Livio
No; no estaba conforme.
Desde hacía algún tiempo ya no creía en la lucha armada ni en la so-
terrada guerra que había ocupado casi toda su vida. Y sus camaradas lo sabían.
Por eso últimamente, cuando le encomendaban una misión, le ponían por com-
pañero a un lobezno de las nuevas generaciones, porque estos, por su juventud
e inexperiencia, eran inconscientemente vehementes y obedecían a la Zuba sin
cuestionarse nada; pero él sabía que también estos lo harían tarde o temprano,
cuando se acumularan en sus almas suficientes sombras de las vidas arrebatadas
y les perturbaran el sueño con sus «¿por qué?» y sus insoportables «¿para qué?»,
y cuando les pesara más la vida que la muerte.
Entonces sabrían como él que únicamente avanzaron entre cadáveres,
dolor y sufrimiento.
En tal caso, poco importaría que ante los camaradas se enmascararan
las víctimas como victorias o como el inevitable dolor que conllevaba la con-
frontación armada. Al final, los ideales y el mundo se irían desvaneciendo y
quedarían solos, dormirían solos y en esa soledumbre habrían de hacer hueco a
la imponente presencia de sus fantasmas.
Sí; lo sabía bien por experiencia.
Sabía que un día, como él mismo ahora, ya nunca podrán estar real-
mente solos y que también dudarán. Entonces la Zuba los hará acompañar en
sus misiones por algún joven vehemente, resueltamente fiel a unos fines em-
borronados por la sangre y la verborrea de un discurso que únicamente había
despeñado sus almas por un precipicio sin fondo atiborrado de horrores.
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